La nevera quedará libre de olores si metes dentro la corteza de un limón exprimido. Si necesitas que el efecto sea mayor, echa dentro de la corteza bicarbonato sódico o meterla dentro de un frasco con leche.
Si quieres que además dé buen olor, corta el limón por la mitad y pincha en el centro del limón clavos de olor (cuantos más mejor) y mételo dentro del frigorífico.