Con tan solo carne de pollo, harina, aceite, sal y especias variadas, haremos en un momento esta riquísima y sencilla pechuga de pollo frita.
Esta pechuga de pollo frita es muy fácil de preparar y seguro que gustará a todos los miembros de la familia.
Para comenzar a cocinar la pechuga de pollo frita, lo que hacemos es cortar en trozos la carne. Después, la salpimentamos y echamos en un bol un poco de harina, un poquito de orégano y otro poquito de romero. Removemos bien la harina y, a continuación, pasamos la carne por ella. Hecho esto, ponemos una sartén al fuego con abundante aceite y, cuando esté caliente, echamos la carne y la freímos hasta que los trozos queden doraditos y crujientes. A medida que se vayan haciendo, los iremos sacando y colocando sobre papel absorbente.
Cuando tengamos toda la carne lista, ya podremos servir la pechuga de pollo frita, que irá perfecta acompañada de un arroz cocido.
Foto orientativa: Rool Paap
Comer en el campo, siempre es gratificante, y si buscas una comida para llevar, prueba esta deliciosa y crujiente pechuga de pollo frita empanada.
La pechuga de pollo macerada frita queda por dentro muy esponjosa y por fuera dorada y crujiente. Ideal acompañar con unas patatas fritas.
Con huevo, pan y harina vamos a rebozar la carne para que las pechugas de pollo fritas, nos queden jugosas, crujientes y en su punto.
Pechuga de pollo macerada, frita y acompañada de una salsa con puerro, picante, jengibre y salsa de soja.
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