Tiernos dados de cerdo cocinados con vino, caldo y un rico sofrito de cebolla, ajo y pimiento. Acompañamos de un sabroso repollo al ajillo ¡y a comer!
Ponemos un cazo con abundante agua a hervir y entre tanto, cortamos el repollo en juliana.
Cuando el agua esté lista, añadimos el repollo, sazonamos y dejamos que cueza durante unos 7 minutos. Sacamos, escurrimos y reservamos.
Ahora, cortamos la carne de cerdo en dados, salpimentamos y la sellamos en una sartén con un chorrito de aceite bien caliente.
Retiramos la carne a un plato, y en la misma sartén, ponemos 3 dientes de ajo (pelados y laminados) y los doramos a fuego medio.
A continuación, añadimos el repollo cocido. Sazonamos y lo sofreímos todo durante unos 7 minutos.
Entre tanto, pelamos y cortamos la cebolla en dados, los dos dientes de ajo que nos quedan en láminas y lavamos el pimiento, retiramos sus semillas y lo picamos en dados del mismo tamaño que la cebolla.
Cuando el repollo esté listo, lo colocamos en una fuente y en la misma sartén, ponemos otro poquito de aceite y en él, doramos los ajos que acabamos de laminar, durante un minuto.
Incorporamos la cebolla y el pimiento a la sartén, salpimentamos y dejamos que se poche todo a fuego medio durante unos 4 minutos o hasta que la cebolla empiece a estar transparente. En ese momento, subimos a fuego fuerte, vertemos un chorro de vino blanco y dejamos que se evapore el alcohol durante un par de minutos.
Bajamos a fuego medio, ponemos el caldo de pollo, la carne de cerdo que tenemos reservada y dejamos que cueza todo a fuego suave hasta que el caldo reduzca más o menos a la mitad.
Retiramos la sartén del fuego y servimos nuestra carne de cerdo con cebolla y pimiento junto con el repollo salteado ¡y listo!
Foto orientativa: Mercedes P
Sabroso magro de cerdo adobado que vamos a acompañar de unos deliciosos pimientos fritos. Un plato que destaca por su intenso e insuperable sabor.
Jugoso magro de cerdo envuelto en un delicioso pisto con tomate, cebolla, pimientos, y calabacín. Todo impregnado con un inconfundible toque de cúrcuma.
Tierno y jugoso resulta este plato de magro de cerdo al ajillo, acompañado de unas patatas salteadas en mantequilla y perejil. Un manjar fácil y delicioso.
Calientes o fríos, sobre pan tostado, como parte de una ensalada o solos, estos pimientos al ajo aderezados con vinagre de jerez estarán riquísimos.
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