Sencillo y cremoso helado casero sin huevo, sólo con nata, leche, dulce de leche y un toque a vainilla que podrás hacer con o sin heladera. ¡Delicious!
En primer lugar, como vamos a tener que montar nata, meteremos en el congelador tanto el bol, como las varillas de la batidora y la propia nata, para que en el momento de utilizarlo esté todo bien frío y sea más fácil.
Por otro lado, ponemos en un cazo la leche, el dulce de leche y como media cucharadita de esencia de vainilla, y lo llevamos al fuego.
Calentamos todo a media potencia (con cuidado de que no hierva, sólo queremos que se caliente) mientras vamos removiendo con unas varillas para que el dulce de caramelo se derrita. En ese momento, retiramos del fuego y dejamos que se enfríe.
Ahora, sacamos el bol, las varillas y la nata del congelador, y la montamos a máxima potencia durante unos minutos (con 3 ó 4 será suficiente, ten cuidado en no pasarte de batido, pues se acabará separando la mantequilla del suero de la nata y no servirá).
Con la nata montada, reservamos en la nevera y una vez que la mezcla de la leche y el dulce esté frío, con una espátula de cocina, lo unimos todo poco a poco y con movimientos envolventes para que la masa no se baje.
Una vez que esté todo integrado, lo pasamos a la nevera (tapado con papel de film) y dejamos una hora antes de mantecarlo en la heladera y posteriormente guardarlo en un recipiente hermético apto para el congelador. Si no tenemos heladera, lo pasamos directamente al recipiente, cubrimos (que esté en contacto con el helado) con papel vegetal o de film, cerramos el recipiente y congelamos durante 3 horas, sacando y batiendo cada 30 minutos.
De esta forma, al batir el helado cada cierto tiempo, conseguiremos romper los cristales de la congelación para que no se cristalice, y de esta forma tener un helado casero cremoso, suave ¡y sin necesidad de heladera!
Terminados los tiempos de batido y reposo, dejaremos que el helado se congele (sin sacarlo) al menos 5 horas antes de tomarlo. Lo puedes acompañar de un hilito de dulce de leche o caramelo y nueces a la hora de servirlo.
Foto orientativa: Nacho Pintos
Para que la textura sea la mejor, te recomiendo sacar el helado del congelador unos 10 minutos antes de comerlo.
No hay mejor manera, para poner el punto final a una comida, que con un postre refrescante, como es el caso de este delicioso helado casero de limón.
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