Con dientes de ajo y una pequeña guindilla, podemos potenciar el sabor de estas deliciosas anchoas fritas. Ideales para servir como entrante o aperitivo.
Comenzaremos la preparación de las anchoas fritas, limpiando el pescado. Para ello, quitaremos la cabeza a cada uno de los boquerones o anchoas frescas, después las abrimos en dos, les quitamos las tripas y las lavamos bien, bajo el grifo de agua fría.
Una vez lavadas, las colocaremos sobre una papel absorbente para retirar el agua sobrante. Sazonamos al gusto.
Echaremos un buen chorro de aceite en una sartén grande. Mientras el aceite se caliente, vamos a pelar los dientes de ajo, para cortarlos en láminas. Lavamos y cortamos la guindilla.
En el momento en el que el aceite esté bien caliente, sofreiremos el ajo con la guindilla, hasta que los ajos adquieran un color dorado. En ese momento, incoporamos el pescado, para freír cada anchoa vuelta y vuelta.
Tras sacar las anchoas fritas de la sartén, las colocaremos sobre una fuente o plato con un papel absorbente para retirar el exceso de aceite sobrante. Es muy importante servir las anchoas fritas bien caliente.
Foto orientativa: jlastras
Un perfecto aperitivo compuesto por aceitunas, anchoas y guindillas verdes. ¡Buenísimas! Encantarán a todos. No podrán parar de comerlas.
Anchoas frescas, vinagre, aceite, agua y sal son los ingredientes que necesitarás para hacer estas anchoas marinadas. ¿Empezamos?
Una receta de lo más sana, compuesta con unas anchoas o boquerones frescos, acompañados de una deliciosa salsa a la bilbaína. Ideal para Cuaresma.
Los filetes de anchoas sobre rebanadas de pan con tomate y aceite, son sin duda, un entrante tan fácil de hacer como delicioso. Ideal como aperitivo.
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