Para que las legumbres no provoquen gases intestinales, aparte de utilizar para la cocción un agua distinta a la utilizada para tenerlas en remojo, ayuda bastante hacer estas dos cosas:
· En primer lugar, es recomendable "asustar" las legumbres (lentejas, alubias, garbanzos, etc.) mientras se cuecen añadiendo un poco de agua fría e interrumpiendo de esta forma la cocción al menos una vez. De esta forma, se reducen bastante los componentes no digeribles de las legumbres que producen los gases.
· En el agua de la cocción de las legumbres, añadir una cucharada de comino molido también nos ayuda a aplacar los molestos gases.